Recuerdas aquella vez en que te enfermaste y el malestar no cedió con remedios y recomendaciones, por lo que decidiste acudir al médico para que te indicara el tratamiento ideal. En esa ocasión, te recetaron “antibióticos” con la finalidad de combatir la bacteria que se encontraba en tu cuerpo. A medida que tomabas el medicamento, comenzaste a sentirte mejor y la bacteria retrocedía. No obstante, eso no es todo lo que ocurre en el cuerpo, ya que este tipo de medicamentos también pueden causar algunos problemas inesperados en nuestro intestino.
Imagina que tu intestino está en equilibrio, donde hay bacterias “buenas” y “malas”. Los antibióticos son como un equipo de limpieza que entra y combate a las bacterias malas para que puedas sentirte mejor, pero a veces también pueden eliminar algunas de las bacterias buenas. Cuando esto sucede, puede haber un pequeño desorden en tu sistema intestinal. Uno de los primeros signos y síntomas de este desequilibrio es la presencia de diarrea, conocida como “diarrea asociada a los antibióticos (DAA)” o “diarrea por antibióticos”. Es un efecto secundario común que puede ocurrir cuando se toman antibióticos para tratar infecciones bacterianas.
Como mencionamos antes, una de las principales causas de este tipo de diarrea es que los antibióticos pueden alterar el equilibrio natural de bacterias en el intestino, también conocidas como microbiota intestinal. En el mercado existen antibióticos que son más propensos que otros a causar DAA. Los más comunes asociados con esto son los de amplio espectro, como la amoxicilina y la ciprofloxacina.
Los síntomas que probablemente puedas experimentar son:
- Diarrea líquida o suelta.
- Malestar estomacal.
- Calambres abdominales.
- En casos más graves, puede haber fiebre y sangre en las heces.
Tomar antibióticos en muchos casos es indispensable para ayudar a tu cuerpo a combatir bacterias malignas. Sin embargo, es necesario buscar alternativas que nos ayuden a prevenir y/o tratar los efectos secundarios, en este caso la diarrea por antibióticos. Para prevenirla, te recomendamos proteger tu intestino. Puedes incluir en el tratamiento actual la toma de posbióticos, que nutren las células intestinales y a su vez la microbiota. Lo ideal es tomarlos junto con el antibiótico y unos días después de terminar tu tratamiento para equilibrar y restaurar tu epitelio intestinal.
Si presentas alguno de los síntomas mencionados anteriormente, te sugerimos revisar las indicaciones proporcionadas por tu médico. Si los síntomas persisten, contacta a tu médico antes de querer suspender o pausar el tratamiento. El médico evaluará la gravedad y podrá recomendarte algún cambio si es necesario. Además de estas recomendaciones, no olvides mantenerte hidratado, no saltarte comidas y tratar de incluir en tu alimentación verduras de diferentes colores y variedad de frutas.
Es importante mencionar que al estar bajo tratamiento con antibióticos, debes estar atento a cualquier síntoma inusual para asegurarte de que estás cuidando adecuadamente tu salud durante todo el tiempo que dura el tratamiento.
Referencia bibliográfica:
ANTIBIOTIC ASSOCIATED DIARRHEA, SAMUEL SABAH. 2015. REV. MED. CLIN. CONDES – 2015; 26(5) 687-695