Nuestro sistema inmunológico es el encargado de defendernos de un cuerpo extraño hasta de una enfermedad, ya que es nuestra primera línea de defensa que tenemos. En efecto, brinda seguridad y protección a todos los órganos y sistemas de nuestro cuerpo. Por lo que un sistema inmunológico fuerte significa menos posibilidad de enfermarse, esta es la razón por la cual se busca que las defensas del cuerpo estén lo más equipadas posibles para que puedan defendernos en cualquier momento de la menor manera posible.
Así como el sistema inmune nos puede brindar protección, nosotros tenemos que cuidar de él, así es, con nuestras acciones podemos o no contribuir a su salud, si no le brindamos las herramientas necesarias el no podrá cumplir con la protección de los demás sistemas, siendo fundamental cuidar y contribuir con nuestras acciones su bienestar, en este blog hablaremos sobre aquellas acciones que podemos realizar día a día que para nuestro sistema inmune pueda tener un funcionamiento correcto.
1) Mejorar la salud intestinal
Los alimentos, al ser la gasolina del cuerpo, tienen un gran impacto, especialmente en la salud intestinal. Recordemos que más del 70 % del sistema inmune se madura en el intestino, para que este pueda tener un buen funcionamiento, es importante optar por una dieta rica en alimentos naturales, sin que estos estén procesados o bien, ultraprocesados; que contengan los sustratos suficientes para que la microbiota intestinal pueda desarrollar sus funciones protectoras y a su vez fomentar a las bacterias benéficas que ayudan a mantener un sistema inmune fuerte.
Incluye verduras ricas en fibra, frutas, leguminosas, cereales integrales y grasas saludables, alimentos fermentados, entre otros.
2) Toma un respiro del estrés
Puede sonar repetitivo esta recomendación, pero queremos decirte que por más repetitivo que suene el estrés cotidiano llega a afectar la respuesta inmunológica, ya que al mantener un estrés elevado, se produce una mayor secreción de cortisol y citocinas, que contribuyen a tener inflamación todo el tiempo.
También sabemos que el estrés contribuye a otras conductas que nos son benéficas para nuestro sistema inmune como, tener una alimentación basada en comida procesada, así como una mala calidad en las horas de sueño, que precisamente es nuestro siguiente punto, la calidad de sueño.
3) Duerme lo suficiente
Existe un gran dilema en las horas de sueño que un adulto debe de cubrir para tener una mejor calidad de vida, nosotros te recomendamos por lo menos cubrir 6 horas diarias de sueño efectivas. Dormir menos de 6 horas al día puede contribuir a tener cuatro veces una mayor probabilidad de contraer un resfriado, en la noche nuestro cuerpo tiene diferentes procesos de reposición celular. Nuestro descanso es primordial tanto para nuestro sistema inmune como para el resto de los sistemas.
Así como nosotros aprendemos a realizar ciertas conductas desde pequeños, nuestro sistema inmune aprende con los recursos que le brindamos, a qué nos referimos con esto, si desde niños nuestro sistema inmune es sano y así lo mantenemos durante años, será más fácil que continúe de la misma manera, sin embargo, si constantemente modificamos nuestros hábitos, nuestro sistema inmune no podrá tener siempre la misma condición de protección, siendo importante mantener un equilibrio de nuestras acciones a lo largo de nuestra vida.